CBP – Pasto

El Carnaval de Negros y Blancos, una tradición que deslumbra desde 1880.

San Juan de Pasto y su emblemático carnaval de origen hispánico

En el macizo montañoso de la cordillera de los andes en el sur de Colombia en las faldas del activo volcán Galeras se encuentra la ciudad de San Juan de Pasto, capital del departamento de Nariño, una fría y acogedora ciudad de verdes colores, que celebra desde el año 1880, el más emblemático, bello y colorido Carnaval de Negros y Blancos.

En cuanto al origen de este carnaval se sabe que los primeros habitantes de la ciudad iniciaron con juegos de pintarse de negro el rostro -a pesar de que solo habitaban allí muy pocas personas de color- y el blanco por el mismo juego de aplicarse polvos o talcos solicitando el permiso para hacerlo entre los jugadores como parte de la cultura ciudadana que aún perdura hasta nuestros días, tradiciones nativas de fuerte influencia andina y de origen hispánico.

La evolución a través del tiempo fue desarrollando un grupo de maestros artesanos que se dieron a la tarea de crear carrozas con diferentes modelos y materiales que desde el principio se usó la madera tallada, arcilla, metales y telas hasta llegar hoy a moldear con materiales más maleables y livianos como el icopor y el papel sobre enormes soportes metálicos.

Luego  se aplica el colorido característico de sus piezas que paso a paso van creando complejidades monumentales en escalas estéticas que sobrepasan la imaginación, sobre plataformas rodantes en tracto camiones que desfilan alegres por las calles  con movimientos calculados previamente para darle realce y majestuosidad a las creaciones, que hacen honor a sus raíces culturales y ancestrales, al talento creativo de sus cultores, a la fantasía mitológica, al realismo mágico y al misticismo de su pueblo laborioso.

Este carnaval en el año 2009 fue incluido en la lista representativa como patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad por parte de UNESCO.

El 6 de enero de cada año, la cita llega al fin del proceso creativo de cada una de las manifestaciones que reúne este carnaval, la cual va desde la conformación de colectivos coreográficos, que reúne una enorme cantidad de danzantes ataviados con coloridos diseños y formas propias de carnaval.

Las murgas folclóricas con flautas, tambores e instrumentos de viento alegran con su sonoridad melódica muy particular de la música andina el magno desfile; las comparsas colectivas e individuales sorprenden por el número de participantes y lo increíble es ver los monumentales diseños cargados sobre los hombros de sus exponentes en una danza simbólica y ritual dándole vida a sus modelos.  

En la construcción de estas carrozas, comparsas, murgas y colectivos coreográficos se emplean a fondo durante meses en la preparación, diseñadores industriales y gráficos, confeccionistas, coreógrafos, artesanos, talladores, pintores, artistas plásticos, mecánicos, soldadores, historiadores, obreros en gran número hasta llegar al resultado final del espectáculo visual, que emula otras fiestas de Colombia y del mundo ubicándolos entre los mejores.

El Carnaval de Negros y Blancos recibe recursos de la Alcaldía de la ciudad de Pasto que le permiten sostener el evento cultórico en un gran porcentaje y de la empresa privada, lo que garantiza la estabilidad a pesar del enorme detrimento a las finanzas de la ciudad.

El maestro Andrés Barrera, director de cultura de Corpocarnaval, muestra su preocupación sobre la sostenibilidad del mismo que cada año crece en cantidad, calidad e imagen y cree que se hace necesario lograr una mayor gestión de autofinanciamiento a través de estudios de factibilidad que mejoren sus ingresos.

 A pesar de esto, se mantiene la independencia económica, evitando el secuestro del evento a manos de la empresa privada como otras experiencias en el país.

La versión 2025 logró importantes cambios como el nuevo recorrido por la ciudad, el aumento de carrozas en el desfile, de comparsas y murgas y la llegada de más de 450.000 turistas nacionales e internacionales.

Finalmente, hay que seguir insistiendo en su belleza colorida, en el rescate de las tradiciones ancestrales de la cultura andina, de la fuerza e imponencia de sus carrozas y desfiles que no escatiman detalles en su composición y de un pueblo orgulloso de su carnaval que al unísono grita: ¡Que viva Pasto Carajoooo…!

Fotos y texto: César Bertel

César Bertel pasó 15 años viviendo en la selva amazónica colombiana. Su experiencia en este exuberante entorno influyó profundamente en su expresión artística. Las acuarelas de Bertel son amplias, vívidas y evocadoras. Para él, el Amazonas es una entidad viva, semejante a una mujer con su belleza, sus formas, sus fragancias y el amor incansable que confiere a la nueva vida.

Web: www.cesarbertel.com

Correo: cesarbertel@gmail.com

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